- Joder, ¿por qué no desapareces tan rápido como apareciste, de la misma forma en la que me encontraste? ¡No! No digas nada. Espera, lo siento, otra vez, otra vez llevas razón... nadie me garantizó que volvería a besarte. ¿Qué hemos hecho mal? Supongo que a estas alturas da igual, no digas ni una palabra hasta que no recoja mi orgullo y salga por esa puerta, por favor. Que yo sólo quería decirte que me mata tu recuerdo y que... si de verdad me has querido, sé el mejor actor y compórtate como si nunca me hubieses conocido, te lo pido, que necesito sonreír si no es por tí.
"Te tengo en la cabeza y te prefiero en mi almohada."