Dicen que es una chica dura, tentadora. Rompe con todo lo que se interpone en su camino. Lucha hasta alcanzar su meta, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Nunca llora y si lo hace, nadie la ve. No le importa lo que digan los demás, ni lo que piensen. Siempre lleva un cigarrillo entre sus labios. Dicen los que la han probado y pueden contarlo que es fría, como el hielo, y como sus besos, insaciable, adictiva.
No se compromete y si lo hace, lástima del afortunado. Nadie ha comprendido jamás ni la melancolía ni la dureza de su mirada. Nunca, y digo nunca, ha contado su historia, como ha tenido que crecer sola y hacerse a ella misma como quien construye el mayor reino del mundo sin utilizar nada de cemento. Pero siempre sonríe.