martes, 11 de octubre de 2011

Quizá me compense más ir a un parque de atracciones.

¿Alguna vez te has montado en una montaña rusa? Pues así es esto. Al principio da un poco de miedo. Unas veces te quieres bajar y otras te tirarías horas. Unas veces estás ahí arriba, en la cima del mundo, y otras abajo, tan abajo que cuando crees que has tocado fondo es sólo el principio. Pero sobre todo, tienes esa misma sensación en el estómago, y lo estás pasando tan bien que no querrías que acabase nunca, aunque te estés dejando la garganta en cada caída y sepas que te acabarás cansando.
Hasta que se para el vagón.