No hay nada que te pueda completar más que un abrazo sincero, ni tan inmaduro como no querer volver a ser un niño, no hay nada mejor que recordar buenos momentos con aquellos que han creado historia, ni tan incierto como hablar sobre futuro con aquellos que vendrán, no hay nada tan triste como aquel que no conoce la felicidad, pero tampoco hay nada como hacer sonreír a aquel que se siente perdido.